Las castañuelas, el instrumento desconocido.

Origen

Ya allá por el año 1000 a.C los fenicios usaban este instrumento de percusión en sus músicas y danzas. Hay teorías que defienden que por aquel entonces ya tenían la forma y el tamaño actual, y que se hacían sonar de la misma manera. Sin embargo otras corrientes difunden que el instrumento que tocaban los fenicios eran crótalos (en las imágenes que encontramos abajo) y que estos fueron evolucionando con el paso del tiempo hasta convertirse en el instrumento que conocemos hoy día. Gracias a sus viajes de rutas marítimas para el comercio las castañuelas se extendieron por países de la costa mediterránea como Turquía, Grecia e Italia (además de España) donde se incorporó el instrumento al arte local. Aún así, el país en el que ha perdurado su uso a través del tiempo ha sido España.

Tipos

Si nos piden que pensemos en unas castañuelas seguro que mentalmente formamos la imagen de las típicas negras lisas, y además las lleva puesta una flamenca con bata de cola roja. Pero lo cierto es que hay muchos tipos con diferentes sonidos, y cada uno para una clase de música o danza distintas. Las castañuelas de concierto por ejemplo se utilizan para la Danza Española y la música clásica. Para colocarla en el dedo se utiliza un cordón de algodón, y se sostienen con el pulgar. En cambio en Aragón se tocan unas llamadas pulgaretas, más pequeñas que las ordinarias y de madera. Estas se utilizan para el folclore y las tocan los bailadores en la jota (así se llaman los danzantes de este baile). Las pulgaretas se colocan en el dedo corazón con un elástico de goma doble, y tiene que quedar apretado y bien sujeto. A diferencia de las castañuelas clásicas no se tocan con los dedos, sino lanzando la castañuela con un movimiento de muñeca y golpeando ésta la mano cuando regresa (por este motivo tiene que quedar apretado el elástico). Al final de la entrada tenéis un vídeo de la Jota de la Dolores, para que podáis escuchar el sonido de las castañuelas y apreciar el movimiento de muñecas. Otros ejemplos de variantes son las tarrañuilas de Galicia y Cantabria y las chácaras de las islas Baleares y Canarias.

Materiales

Hoy en día los más utilizados son la fibra de vidrio y la tela prensada (las verdes que aparecen abajo en la fotografía) por su resistencia a los cambios de temperatura y los golpes. Ahora bien, se sigue utilizando el material tradicional, la madera de granadillo o ébano. También últimamente se fabrican de plástico, para principiantes que quieran iniciarse en este instrumento sin que les suponga un coste elevado. De cualquier manera, deben guardarse siempre en su funda, evitar la humedad y los cambios bruscos de temperatura.

Práctica

Primero tenemos que aprender a colocarlas. Para ello, introduciremos el pulgar por los dos arcos que forman la cuerda, quedando el nudo lejos en la posición más lejana a la uña. Para diferenciar cual va en cada mano debemos fijarnos en que tienen diferente sonido. La que tenga el sonido más agudo irá en la mano derecha, y a del sonido más grave en la izquierda. Si no diferenciamos los sonidos podemos fijarnos en que la castañuela derecha tiene una muesca entre los dos agujeros para la cuerda.

El movimiento del toque es arañar la concha de la castañuela con la derecha, y dar un golpe con el dedo corazón en la izquierda. También existe el posticeo, que se produce cuando chocamos las conchas de ambas castañuelas, aproximándolas. Conseguir un sonido limpio requiere mucha práctica, por ello para iniciación podemos empezar practicando ejercicios moviendo los dedos de uno en uno y creando secuencias que los alternen, para disociar el movimiento de los mismos.

Uso

Para terminar, aunque siempre asociemos castañuelas al flamenco, si bien es verdad que se usan en algunos palos como seguiriyas, abandolaos o bulerías, donde más se utilizan es en la Danza Española (folclore, danza estilizada y escuela bolera) donde su uso es casi imprescindible, además de en conciertos y óperas.

Jota de la Dolores

Pieza de escuela bolera